DANZAS DE LA AMAZONÍA ECUATORIANA
En la selva o amazonas u oriente región viven algunas
"nacionalidades", algunos con pocos o más habitantes como son el "quichua, el
shuar, el achuar, el secoya, el siona,
el huorani y el cofán".
La nacionalidad más grande es el
shuar, quienes están relativamente bien
organizados en camino de conseguir que
sus derechos sean reconocidos y luchando contra las contaminaciones ambientales
hechas por las grandes petroleras.
En la música tradicional de los
Shuar se conjugan muchos factores como es
la naturaleza, la vida religiosa y ceremonial de los chamanes.
Lamentablemente la música de toda
esta región esta documentada de forma incompleta y corre el rriesgo de
desaparecer.
Los grupos étnicos pretenden dar
a conocer, a través de la danza, las costumbres y saberes de las diferentes
etnias que pueblan la región amazónica. Son los propios habitantes, grupos de
familia y sobre todo los ancianos quienes se dedican a enseñar a los niños y
jóvenes las costumbres y tradiciones de su pueblo, con la intencionalidad de
recuperar esa fuerza guerrera. Y es por medio de la danza que han creado un
vínculo entre ellos y ahora quieren mostrar a todo el Ecuador.
Los grupos de Napo, Orellana y
Pastaza se identifican con ‘Tushuy taqui sacha manda’ (Música y danza de la
selva), de tradición indígena. Los danzantes utilizan trajes típicos elaborados
por las mujeres kichwas de la provincia de Napo. Otra danza es la del grupo
wuaodani que vive en la zona intangible del Yasuní, quienes bailaron desnudos
con sus rostros pintados de rojo y negro.
En Pastaza, los autóctonos bailan
el ‘Yawi’, de la nacionalidad shuar, danza que trata sobre la celebración de la
chonta. Esta es una fiesta que se celebra después de la cosecha. Hay que
rescatar que el pueblo shuar es el más celoso con su cultura y por ello es de
las pocas comunidades que aún mantiene su idioma.
La fiesta Kako Wiiñae, fiesta del
rejuvenecimiento, es un evento importante para los miembros de la Nacionalidad
Secoya, que habitan en la cuenca baja del río Aguarico en la Amazonía
ecuatoriana. Esta celebración se programa cada 28 de agosto y tiene una
duración de 2 a 3 días.
La celebración representa para la
comunidad el fin y comienzo de un nuevo año, tradicionalmente con la toma del
Yagé (Ayahuasca, planta alucinógena de uso ancestral) los shamanes (hombres
sabios) que en contacto con el mundo espiritual, preparan a los miembros de la
comunidad para recibir el año nuevo.
Cada miembro utiliza atuendos
coloridos y pintan sus rostros para representar animales de la selva amazónica.
Esto va acompañado con danza, música y comida típica. Los shamanes secoya
aprovechan la fiesta para realizar limpiezas o curaciones a los miembros de la
comunidad y los visitantes.
En la fiesta se puede observar
concursos tradicionales de armado de trampas, regata en quiyá, cerbatana,
buceos, trepada al árbol, toma de chicha, danzas, lanzamiento de lanza y
rostros pintados con significado ancestral-espiritual.